La luz que se reflejaba en aquel pasillo, no era sino el brillo de la luna en aquellas ruinas abandonadas, mecidas por el viento, las hojas se iban depositando lentamente en la solida y fria piedra. Aquella noche de verano la temperatura habia bajado, los arboles oscuros susurraban y el agua resonaba a lo lejos. El ruido que se percibia lejano, no era sino la multitud en aquel descampado, riendo, festejando. Tambien se escuchaban mis suelas al remover la arena del camino, que al juntarse unos granos con otros emitian ese "crack" tan caracteristico. Casi no podia oir el ruido de mi respiracion, que, acelerada de la emocion que sentia en aquel momento de nostalgia, hacia que el aire entrara en mis pulmones y volviera a salir a gran velocidad.
Tanto tiempo hacia que no pisaba aquella ciudad, tanto tiempo hacia que no veia a esas personas.. Acelere el paso mientras el sonido de un megafono anunciando unas papeletas pudo distinguirse entre el ruido de fondo y el del agua. Mire al cielo con la esperanza de que aquella noche no terminara nunca, pues al dia siguiente debia coger un autobus de vuelta a la carcel en la que llebava recluido ya año y medio.
Pocos minutos despues, el ruido habia aumentado y se distinguian varias voces de personas que se apiñaban en los coches, asi como los diferentes tipos de musica que emitian algunos de estos. Segui la carretera hacia la rotonda, mientras miraba el juego de luces que emitia cada uno de los puestos de comida, ocio, ropa, artilugios y demas que habia alli instalados. En la rotonda encontre a las tres personas que harian de aquella una noche magica.
Pero claro, una noche en Toledo siempre es magica.
Musa: La Senda.
Tanto tiempo hacia que no pisaba aquella ciudad, tanto tiempo hacia que no veia a esas personas.. Acelere el paso mientras el sonido de un megafono anunciando unas papeletas pudo distinguirse entre el ruido de fondo y el del agua. Mire al cielo con la esperanza de que aquella noche no terminara nunca, pues al dia siguiente debia coger un autobus de vuelta a la carcel en la que llebava recluido ya año y medio.
Pocos minutos despues, el ruido habia aumentado y se distinguian varias voces de personas que se apiñaban en los coches, asi como los diferentes tipos de musica que emitian algunos de estos. Segui la carretera hacia la rotonda, mientras miraba el juego de luces que emitia cada uno de los puestos de comida, ocio, ropa, artilugios y demas que habia alli instalados. En la rotonda encontre a las tres personas que harian de aquella una noche magica.
Pero claro, una noche en Toledo siempre es magica.
Musa: La Senda.