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Resulta que cuando comienza la metamorfosis no te das cuenta.
Solo eres consciente de que no puedes moverte, pero sospecho que los demás si se percatan.
Es cierto, antes eras un hombre que no llegaba nunca tarde, y sospechosamente un día eso desaparece y lo único que queda de ti es una especie de cucaracha o gusano.
Es decir, pasaste de ser una persona que pasa desapercibida a un insecto que pasa desapercibido. Pero los servicios del primero se echan en falta.
¡esa enorme cadena de trabajo! ; es la única que realmente se percata de que no estás allí.
La metamorfosis comienza con eso; y ahora es tiempo de cambios notorios.
Las antenas nos salieron de pequeños, cuando todo nuestro entorno se enturbiaba alrededor y nos dimos cuenta de que podíamos tantear el terreno de una forma diferente a los demás.
Poco a poco los años han ido pasando, (entre hormigas y cigarras. Ahora todas se mimetizan; no hay diferencia entre ellas.) y en esos años tus piernas se han convertido en patas, tus manos en más patas, y tu razonamiento es la tripa que te impide levantarte cuando estás boca abajo.
Y un buen día no puedes levantarte de la cama, porque eres demasiado pequeño y gordo. Dudas si eres una cucaracha o un gusano. Porque te ves débil.
Y mientras todas las hormiguitas y cigarras se mueren de hambre y desesperación a tu lado; aún observando tus patas de cucaracha, empiezas a pensar que eres un gusano.
Muchas cigarras se han visto obligadas a trabajar como una hormiga, y quejándose por su condición, siguen riéndose de esa cucaracha con alma de gusano.
Gusanos en una cama en la cual solo pueden comerse los restos de su antiguo cuerpo. En la que solo quedan células muertas de un cuerpo humano.
Los gusanos han disfrutado como cigarras, y han trabajado como hormigas.
Los gusanos han tenido sueños de humano e imaginación de ángeles; muchos otros han disfrutado gracias a su empatía de la gracia ajena, han sabido alimentarse del gozo de sus antepasados. Ese hecho los ha transformado de cucarachas a gusanos.
Muchos pensaban que si le cortas la cabeza a una cucaracha seguiría viviendo hasta morir de hambre. ¡qué dicha la de esas cucarachas!
Nosotras nos hemos transformado en gusanos fuera de nuestro hábitat.
Y aún habiéndonos cortado la cabeza, habiéndonos arrancados las patas, esas cigarras siguen riéndose de nosotras obligándonos a comportarnos como humanos con imaginación de ángel.
No pedimos ser mariposas, ninguno de nosotros.
Lo que queremos es seguir siendo las personas que fuimos.
Vivir un renacimiento.
Solo eres consciente de que no puedes moverte, pero sospecho que los demás si se percatan.
Es cierto, antes eras un hombre que no llegaba nunca tarde, y sospechosamente un día eso desaparece y lo único que queda de ti es una especie de cucaracha o gusano.
Es decir, pasaste de ser una persona que pasa desapercibida a un insecto que pasa desapercibido. Pero los servicios del primero se echan en falta.
¡esa enorme cadena de trabajo! ; es la única que realmente se percata de que no estás allí.
La metamorfosis comienza con eso; y ahora es tiempo de cambios notorios.
Las antenas nos salieron de pequeños, cuando todo nuestro entorno se enturbiaba alrededor y nos dimos cuenta de que podíamos tantear el terreno de una forma diferente a los demás.
Poco a poco los años han ido pasando, (entre hormigas y cigarras. Ahora todas se mimetizan; no hay diferencia entre ellas.) y en esos años tus piernas se han convertido en patas, tus manos en más patas, y tu razonamiento es la tripa que te impide levantarte cuando estás boca abajo.
Y un buen día no puedes levantarte de la cama, porque eres demasiado pequeño y gordo. Dudas si eres una cucaracha o un gusano. Porque te ves débil.
Y mientras todas las hormiguitas y cigarras se mueren de hambre y desesperación a tu lado; aún observando tus patas de cucaracha, empiezas a pensar que eres un gusano.
Muchas cigarras se han visto obligadas a trabajar como una hormiga, y quejándose por su condición, siguen riéndose de esa cucaracha con alma de gusano.
Gusanos en una cama en la cual solo pueden comerse los restos de su antiguo cuerpo. En la que solo quedan células muertas de un cuerpo humano.
Los gusanos han disfrutado como cigarras, y han trabajado como hormigas.
Los gusanos han tenido sueños de humano e imaginación de ángeles; muchos otros han disfrutado gracias a su empatía de la gracia ajena, han sabido alimentarse del gozo de sus antepasados. Ese hecho los ha transformado de cucarachas a gusanos.
Muchos pensaban que si le cortas la cabeza a una cucaracha seguiría viviendo hasta morir de hambre. ¡qué dicha la de esas cucarachas!
Nosotras nos hemos transformado en gusanos fuera de nuestro hábitat.
Y aún habiéndonos cortado la cabeza, habiéndonos arrancados las patas, esas cigarras siguen riéndose de nosotras obligándonos a comportarnos como humanos con imaginación de ángel.
No pedimos ser mariposas, ninguno de nosotros.
Lo que queremos es seguir siendo las personas que fuimos.
Vivir un renacimiento.