-No entiendo por qué no te preocupa estar solo-
-Quien nunca ha recibido compañía es incapaz de sentirse solo-
-Pero si sí que estás acompañado. Fíjate. Ahora mismo yo estoy aquí, hablando contigo-
-Por elección propia. De la misma manera que podías haber elegido ignorarme-
-No quiero ignorarte. Quiero estudiarte. Me resultas un ser curioso-
-Luego es tu hambre de saber lo que te hace acercarte. Supongo que debo tomarme como un cumplido el hecho de que me consideres extraño y especial, aunque...si no hubiese ese algo en mí me hubieras ignorado. No me hubieras aceptado. Y en eso te pareces a los demás, no eres capaz de ver más allá de una apariencia-
-Supongo que si los demás te tratan así es porque te tienen un respeto-
-¿Un respeto? Me tienen miedo. Todos tememos aquello que no conocemos-
-¿Y tú? ¿No tienes miedo de nada?-
-No. Cuando para otras personas representas sus temores no conoces lo que es el miedo. Si tú sabes que sienten pánico hacia tí es porque el miedo a tí no puede hacerte daño-
Perdón por el doble color. Era para distinguir a los dos integrantes del diálogo.
-Quien nunca ha recibido compañía es incapaz de sentirse solo-
-Pero si sí que estás acompañado. Fíjate. Ahora mismo yo estoy aquí, hablando contigo-
-Por elección propia. De la misma manera que podías haber elegido ignorarme-
-No quiero ignorarte. Quiero estudiarte. Me resultas un ser curioso-
-Luego es tu hambre de saber lo que te hace acercarte. Supongo que debo tomarme como un cumplido el hecho de que me consideres extraño y especial, aunque...si no hubiese ese algo en mí me hubieras ignorado. No me hubieras aceptado. Y en eso te pareces a los demás, no eres capaz de ver más allá de una apariencia-
-Supongo que si los demás te tratan así es porque te tienen un respeto-
-¿Un respeto? Me tienen miedo. Todos tememos aquello que no conocemos-
-¿Y tú? ¿No tienes miedo de nada?-
-No. Cuando para otras personas representas sus temores no conoces lo que es el miedo. Si tú sabes que sienten pánico hacia tí es porque el miedo a tí no puede hacerte daño-
Perdón por el doble color. Era para distinguir a los dos integrantes del diálogo.