Leyenda Inglesa

En una abadía del corazón de un bosque bretón, con altos árboles que no permitían ver las grises nubes que aquella tarde de invierno precipitaban violentamente su agua sobre la tierra que era iluminada por constantes rayos precedidos por temibles truenos, en es5tea escena un joven monje que respondía nombre de Dustan , que tenia montada una pequeña fragua en los muros grisáceos salpicado de verdes musgos de el exterior de la abadía, desde donde se había forjado entre las aldeas cercanas la fama de ser gran herrador de caballos. Aquella tarde oyó llegar a un forastero que accedió al interior y le pido que herrara a su animal, por que en el viaje perdió un herrado, Dustan le indico que descansara y esperara que pasara la noche en un pequeño cuarto adyacente a la herrería, pues ya no había luz suficiente para herrarlo y seria preferible hacerlo la mañana siguiente, a lo que el transeúnte acepto. El monje volvió a la abadía a sus oraciones y descanso y nada mas despuntar los primeros rayos del alba volvió a la herrería vio al transeúnte durmiendo en el gerjon y sin decirle nadan salio para calzar la herradura al caballo pero al salir no hallo animal alguno, volvió dentro pero al ir a avisar al viajero observo que sus piernas eran de chivo y sus patas pezuñas, entonces intuyendo quesee trataba de el demoño lo encadeno a la pared evitando que se despertara procediendo a herrarlo a el, nadabas empezar Satanás despertó y al sentirse atado empezó a proferir maldiciones pero Dustan siguió su labor de tal forma que le doliera como nunca le dolió nada a ningún ser mortal, tras un rato de sufrimiento El Maldito empezó a suplicar se le dejar marchar y aclamaba piedad al monje pidiendo la bondad de Dios, el joven entonces se reía diciéndole que lo que sentía era la ira divina castigándolo por intentar una de sus argucias en aquel lugar. Tras terminar el monje expulso al demoño de este lujar, a su vez el demoño se juro a la humanidad y a el mismo no volverá ninguna herrería ni lugar que en su marco de entrada tuviese herradura alguna. Desde entonces no ha incumplido en ningún momento este juramento y el joven llego a ser el obispo de Canterbury

¿Es por esto que dicen que las herraduras dan buena suerte?
¡Increíble!

Me ha hecho mucha gracia, mortum, pero ameniza mucho la lectura poner más puntos y aparte, ¿no crees?

Me sonaba esta leyenda. Yo, aparte de la recomendación de Centinela, te aconsejaría no rebuscar tanto las descripciones.

Véase, por ejemplo:

"[...]con altos árboles que no permitían ver las grises nubes que aquella tarde de invierno precipitaban violentamente su agua sobre la tierra que era iluminada por constantes rayos precedidos por temibles truenos[...]"

Yo aquí iría separando. Creo que lo escribiría más o menos así:

"[...]en un bosque bretón, cuyos árboles se alzaban a tal altura que impedían ver el cielo plomizo. Las nubes precipitaban con violencia la fría lluvia invernal, al tiempo que inquietos rayos se retorcían por dentro y fuera de ellas[...]

Obviamente, es una adaptación personal. Sencillamente, yo prefiero las cosas puntuales. En genral la historia es bonita. ¿de dónde la sacaste?

Quizás debiera separa en párrafos, y lo de las descripciones creo que es culpa de tanto leer libros romanticistas porque esas descripciones largas intentan trasmitir la intranquilidad del ambiente. Pero lo bonito es que cada uno tenga su opinión
A lo de donde la e sacado me la contó un amigo así por encima y luego busque información para terminar redactándola