Arderán.
Arderán las rimas, arderán sus palabras.
Arderán con vocales, arderán sin humo.
Morirán.
Morirán las frases, morirán sus espacios.
Morirán con consonantes, morirán sin cuerpo.
Dormirán.
Dormirán las canciones, dormirán sus cantores.
Dormirán con sueños, dormirán sin sueño.
Y caerán.
Caerán desde lo alto, caerán sin suelo. Caerán en mis folios, caerán en tu cuerpo. Caerán entre nuestros labios, y nadarán en la saliba. Y caerán en tus pechos, y caerán en tu ombligo. Y caerán en el cielo, y caerán desde lo bajo.
Y tú, tú y sólo tú, tú, tú serás la asesina. Y tú, tú y sólo tú, tú, tú prenderás la mecha. Y tú, tú y sólo tú, poesía, pluma, hoja y tinta, te volverás prosa. Ya no más rimas, ya no más sonetos.
Enterremos poetas.
Arderán las rimas, arderán sus palabras.
Arderán con vocales, arderán sin humo.
Morirán.
Morirán las frases, morirán sus espacios.
Morirán con consonantes, morirán sin cuerpo.
Dormirán.
Dormirán las canciones, dormirán sus cantores.
Dormirán con sueños, dormirán sin sueño.
Y caerán.
Caerán desde lo alto, caerán sin suelo. Caerán en mis folios, caerán en tu cuerpo. Caerán entre nuestros labios, y nadarán en la saliba. Y caerán en tus pechos, y caerán en tu ombligo. Y caerán en el cielo, y caerán desde lo bajo.
Y tú, tú y sólo tú, tú, tú serás la asesina. Y tú, tú y sólo tú, tú, tú prenderás la mecha. Y tú, tú y sólo tú, poesía, pluma, hoja y tinta, te volverás prosa. Ya no más rimas, ya no más sonetos.
Enterremos poetas.