Al ebrio de fe:
Ciego, sordo y escupiendo el Credo
has marcado a tus ideas como a reses;
y, antes de que se te agoten los meses
quisieras hacer algo bello, grande...
pero como todo creyente, abrazado al miedo
estarás a expensas de lo que Dios nos mande.
Des-nudo.
Me tirito a trompicones
recordando desnudeces en un mar desnudo
des-
nudo.
Me tirito a trompicones
en un impulso sesudo.
Porque las mayúsculas nos surgen
de pura y sucia inventiva.
y, a trompicones, se tiritan
mirando ciegos hacia arriba.
Porque por toda noticia va el santo al Cielo
y a la mierda el axioma;
palabras crujiendo de veneno.
Somos malditos de barro
y andamos, malditos, en goma,
y no hay dios que ponga el freno.
Porque yo soy un enfermo muy sano
y prefiero mi uno a tu dos:
que te den por el culo, Dios
que me he vuelto pagano.
Ciego, sordo y escupiendo el Credo
has marcado a tus ideas como a reses;
y, antes de que se te agoten los meses
quisieras hacer algo bello, grande...
pero como todo creyente, abrazado al miedo
estarás a expensas de lo que Dios nos mande.
Des-nudo.
Me tirito a trompicones
recordando desnudeces en un mar desnudo
des-
nudo.
Me tirito a trompicones
en un impulso sesudo.
Porque las mayúsculas nos surgen
de pura y sucia inventiva.
y, a trompicones, se tiritan
mirando ciegos hacia arriba.
Porque por toda noticia va el santo al Cielo
y a la mierda el axioma;
palabras crujiendo de veneno.
Somos malditos de barro
y andamos, malditos, en goma,
y no hay dios que ponga el freno.
Porque yo soy un enfermo muy sano
y prefiero mi uno a tu dos:
que te den por el culo, Dios
que me he vuelto pagano.