Breve introducción al escrito:
Y por fin, ha sucedido. Fue como un torrente violento de inspiración, como una elevación de lo absurdo hasta su cumbre, en donde todas mis ideas quedaron reducidas, básicamente, nada.
Sucedio que, estando yo con un compañero de la residencia en la habitación, tenía yo en mis manos un lapiz de madera Faber Castle recien comprado, nuevo, y yo estaba padeciendo una crisis artística, dimensional y de estética de la realidad muy aguda, muy productiva, pero tambien muy grave.
Sucedió rápido. Sin aviso previo ni premeditación, cogí el lápiz y lo clave como si de un puñal se tratase contra un cuaderno, partiéndolo en dos. Fue todo rabia, todo. Pero no rabia violenta, ni rabia asesina, sólo rabia. Absurda y repentina.
Decedí escribirle un poema, absurdo en estética pero (AL FIN!) lleno de sentimiento real.
Este fue el resultado:
Absurda, repentina y eficaz rabia
que de mis nervios te adueñas
caprichosa de un instante comprometido,
y fugaz escapas y ,me abandonas
Te sientes poderosa y capaz
cuando dominas mis extremidades
y siento crujir un pedazo de perfección,
un artilugio limpio y corrompible
Estas en el limbo del placer y el daño,
pero eres de agradecer esta tarde,
que no hay ni lluvia, ni mujeres, ni musas,
ni nada semejante a lo que me inspiraba
Eres inútil y pasajera, digna de ser olvidada
pero te recuerdo con intenrés, conservo tu agravio,
y enciendes el ritmo de mi corazón fisico,
aumentas mis pulsaciones y respiraciones
No mereces ningún verso mas,
mi pereza es tu adversario
Vuelve cuando quieras.
Y por fin, ha sucedido. Fue como un torrente violento de inspiración, como una elevación de lo absurdo hasta su cumbre, en donde todas mis ideas quedaron reducidas, básicamente, nada.
Sucedio que, estando yo con un compañero de la residencia en la habitación, tenía yo en mis manos un lapiz de madera Faber Castle recien comprado, nuevo, y yo estaba padeciendo una crisis artística, dimensional y de estética de la realidad muy aguda, muy productiva, pero tambien muy grave.
Sucedió rápido. Sin aviso previo ni premeditación, cogí el lápiz y lo clave como si de un puñal se tratase contra un cuaderno, partiéndolo en dos. Fue todo rabia, todo. Pero no rabia violenta, ni rabia asesina, sólo rabia. Absurda y repentina.
Decedí escribirle un poema, absurdo en estética pero (AL FIN!) lleno de sentimiento real.
Este fue el resultado:
Absurda, repentina y eficaz rabia
que de mis nervios te adueñas
caprichosa de un instante comprometido,
y fugaz escapas y ,me abandonas
Te sientes poderosa y capaz
cuando dominas mis extremidades
y siento crujir un pedazo de perfección,
un artilugio limpio y corrompible
Estas en el limbo del placer y el daño,
pero eres de agradecer esta tarde,
que no hay ni lluvia, ni mujeres, ni musas,
ni nada semejante a lo que me inspiraba
Eres inútil y pasajera, digna de ser olvidada
pero te recuerdo con intenrés, conservo tu agravio,
y enciendes el ritmo de mi corazón fisico,
aumentas mis pulsaciones y respiraciones
No mereces ningún verso mas,
mi pereza es tu adversario
Vuelve cuando quieras.