¿Cómo existir en un mundo que no es el tuyo, o en un época que no te corresponde? ¿Cómo se consigue vivir en una realidad ajena a algo que necesitas agarrar para sentirte comprendido? Observas el exterior tratando de ver algo en los ojos de la gente que te permita sentir que perteneces a algún lado, que te permita sentir que encajas en alguna parte.
Nada es lo que parece. Por fuera todo parece ir bien, pero en tu cabeza y en tu pecho la presión constante que ejerce el “¿qué pensarán de mí?” acentúa el doloroso grado de la soledad que padece la mente incomprendida, la personalidad que pelea por salir a flote sin éxito o señal alguna de acogida externa. Mas cuando alguien es capaz de aceptarte, la alegría es tal que te hace sentir que es imposible, que eso es fruto de la imaginación de un ser anhelante de algo mejor.
Sin saberlo o quererlo, te encierras en la incomunicación de tu persona, te distancias de algo que a pesar del esfuerzo no consigues alcanzar. Tu cara muestra algo muy distinto al interior que en silencio se pudre poco a poco, cerrándose ante un mundo que parece no querer darle la bienvenida.
Nada es lo que parece. Por fuera todo parece ir bien, pero en tu cabeza y en tu pecho la presión constante que ejerce el “¿qué pensarán de mí?” acentúa el doloroso grado de la soledad que padece la mente incomprendida, la personalidad que pelea por salir a flote sin éxito o señal alguna de acogida externa. Mas cuando alguien es capaz de aceptarte, la alegría es tal que te hace sentir que es imposible, que eso es fruto de la imaginación de un ser anhelante de algo mejor.
Sin saberlo o quererlo, te encierras en la incomunicación de tu persona, te distancias de algo que a pesar del esfuerzo no consigues alcanzar. Tu cara muestra algo muy distinto al interior que en silencio se pudre poco a poco, cerrándose ante un mundo que parece no querer darle la bienvenida.