Trabajo par historia de la filosofia antigua...
Heráclito de Éfeso
Vida, obra y pensamiento
Asignatura: Historia de la Filosofía Antigua
Alumno: Miguel Ángel Gutiérrez Sánchez de la Fuente
Clase: Primero de Grado en Filosofía
Introducción
El siguiente trabajo pretende recoger alguno de los puntos de la filosofía de Heráclito. Debe saberse que no se pretende hacer un análisis de toda su filosofía, de todo su pensamiento, pues opino que eso lleva muchas más páginas y requiere más atención de la que podría recibir este trabajo.
La mayoría del trabajo se limita a una hermenaútica de algunos estudiosos expertos en Heráclito, si bien es cierto que me he dado el descarado lujo de intervenir en ciertas opiniones de cosecha propia. Aún así, considero que en los puntos a tratar, he esclarecido las claves de lo que se conoce de Heráclito respecto a las dichas.
Espero haber hecho justicia de la calidad que merece cualquier comentario que refiera a Heráclito, y que sea de interés para cualquiera que quiera conocer de él.
Indice
1. Vida y obra de Heráclito
1.1 Vida
1.2 Obra
2. Heráclito, el Logos y el fuego
1.1 Logos
1.2 Fuego
3. Comentario de algunos fragmentos de Heráclito
4. Bibliografía y webs consultadas
1 Vida y Obra de Heráclito
1.1 Vida
Lo que aquí se escribe sobre la vida de Heráclito está extraido del libro noveno de Diógenes Laercio(1) :
Según nos dice Diógenes del nacimiento de Heraclito, éste era natural de Éfeso, de la Jonia, hijo de Blison decían algunos y otros que fue hijo de Heración. Pudo ser, nos dice Diógenes, maestro de Heródoto, de Pitágoras e incluso de Jenófanes.
Diógenes atribuye el hecho de que Heráclito se apartase de la sociedad de Éfeso por la rabia que le supuso ver como echaban a su amigo Hermodoro, y según cita Diógenes a Heráclito, éste afirmó que “Todos los efesinos adultos debieran morir, y los impúberes dejar la ciudad, entendido de aquellos que expelieron a Hermodoro, su bienhechor, diciendo: ninguno de nosotros sobresalga en merecimientos; si hay alguno, váyase a otra parte y esté con otros”. Dice que, tras su retiro a los montes, se alimento de hierbas que le produjeron una grave enfermedad llamada hidropesía. Asegura que pudo murir de ésta, intentando paliarla sumergiéndose en estiércol porque los médicos no supieron atenderle a causa de que Heráclito pudo formular su mal como un enigma, de los cuales era amante, al igual que de las paradojas, pero a la vez aseguro que existen testimonios que dicen que curó su enfermedad y murió de otra cosa.
Nombra además Diógenes la anécdota de que Heráclito rechazó el trono que le correspondía en la realeza y lo cedió a su hermano-
Dice Diógenes que escribió un libro que pudo llamarse “De la Naturaleza”, dividido en los títulos “Del Universo”, “De la Política” y “De Teología”, y que la celebridad de su libro llegó a hacerlo tener seguidores, llamados heraclitianos.
Para la biografía más estudiada de Heráclito, voy a utilizar las referencias de Gutherie a, en gran medida, Kirk, pero también a otros autores y datos históricos, en la obra “Historia de la Filosfía Griega” Vol.1
Datar la época de Heráclito nos hace fiar de que Apolodoro dijo que “floreció” alrededor del 500 a. c., y esto es la fuente para Diógenes Laercio cuando éste asegura que “ tuvo su acmé en la Olimpiada 69”. Guthrie nos señala que Kirk estima que la actividad filosófica de Heráclito decae hacia el 480 a. C. y que, por entonces, debía tener unos sesenta años, y dicha estimación casaría con las alusiones a Pitágoras, Hecáteo y Jenófanes y con las alusiones de Parménides a ciertas ideas de Heráclito bajo apariencia de crítica, siendo Parménides unos 25 años más joven que Heráclito.
Las anécdotas de Diógenes Laercio deben ser, explica Guthrie, leidas con cautela y escepticismo, porque la mayoría son conclusiones hechas a partir de los fragmentos del propio Heráclito. Sin embargo, existe un hecho aprobado de que Heráclito estaba ligado a la realeza allá en Éfeso, y rechazo el trono que le correspondía cediéndoselo a su hermano, nos dice Guthrie que por arrogancia. En “ Los filósofos Presocráticos”, de Kirk y Raven, se dice que algunas de las anécdotas de Heráclito nacieron con intención de ridiculizarlo basándose, como ya he comentado, en alguno de sus escritos. Véase por ejemplo que su vegetarianismo (lo que Diógenes llamaba “alimentarse de hierbas”) se atribuye a una contaminación en sangre en el fr.241, o aquella supuesta hidrpoesía que fue causa supuesta de su muerte, viene por una afirmación de Heráclito “es muerte para las almas convertirse en agua”.
Nos concluyen Kirk y Raven en la misma obra que podemos reducir los datos biográficos de Heráclito a que era natural de Éfeso, que tuvo relación directa con la Realeza de Éfeso y que durante su vida tuvo malas relaciones con la ciudad, una acentuada misantropía, como bien define Guthrie. Sobre esto último también se mencionan anécdotas como que prefería jugar dados con los niños a contribuir a la política de Éfeso, pero también el mismo Heráclito en su fragmento 121, donde critica duramente a los hombres de Éfeso por echar a su amigo Hermodoro.
1.2 Obra
Respecto a la obra de Heráclito, continúa el debate de si Heráclito escribió realmente un libro o no.
Limitándome a la cita de Kirk en la obra de Guthrie, éste conjetura que Heráclito no escribió un libro redactado y seguido, tal y como interpretamos libro en la actualidad, sino que pudo enunciar (ya que sus fragmentos son oraciones fáciles de recordar) sentencias aisladas y éstas fuesen recogidas y recopiladas por algún discípulo. Siguiendo con Kirk, ante la suposición de que el fr.1 de Heráclito, que reza (según los textos repartidos por el profesor Pablo García Castillo, que refieren concretamente en el fr.1 a DK 22 B 1): “Aunque este “logos” existe siempre, los hombres son incapaces de comprenderlo, tanto antes de haberlo oído como después de haberlo oído. En efecto, aunque todas als cosas acontecen según este “logos”, parecen inexpertos, a pesar de experimentas palabras y acciones como las que yo escribo, cuando distingo cada cosa según su naturaleza y digo cómo es. Pero a los demás hombres les pasan inadvertidas cuantas cosas hacen despiertos, del mismo modo que se olvidan de cuanto hacen dormidos.” sea una introducción a un libro según Gigon y así se justifica, pero nos dice Kirk que él se decanta por la opinión de que el libro fue una recopilación de aforismos, coincidiendo con Diels y otros.
Yo soy de la opinión de Kirk, que coincide con Diels, de que no es probable que Heráclito redactase un libro. Sus aforismos, si bien exceptuamos el fr.1, no tienen apariencia alguna de extractos concretos, parecen más expresiones enigmáticas o de cierta profundidad, y tienen sentido por sí solas sin necesidad de darles continuidad o redacción. Además, una de las características de la personalidad de Heráclito era, como dice Guthrie y como observamos en ciertos fragmentos del mismo Heráclito, era su idea de conocedor de” la verdad inspirada”(desarrollo cierta crítica a este término más adelante). Esto, junto a su poca estima con la humanidad, nos lleva a pensar que no tuvo necesidad de dar explicación a los hombres (que, pensaría, no estaban a la altura de su conocimiento) de todo cuanto decía o pensaba, y más bien los fragmentos se asemejan a la formulación de conclusiones de su propia reflexión, y cuya meditación previa no debió quedar registrada más allá de él mismo. Además, como bien cita Guthrie, un pasaje traducido de la versión inglesa de Rhys Roberts de la Retórica aristotélica 1407 b 11 dice que la escritura de Heráclito es difícil de seguir y de puntuar, y eso no es propio de alguien que tiene intención de elaborar un libro. Esto acentúa más aún que Heráclito probablemente pensaba que no tenía necesidad personal de ser entendido, pues le bastaba con entenderse el mismo e, incluso, pudo pensar que aunque se esforzarse en redactar bien, de forma más clara y menos “metafórica”, seguirían sin entenderlo porque ellos no había reflexionado sobre lo que él conocía y los demás cerraban a su mente.
2. Heráclito, el Logos y el Fuego.
2.1 Logos
Conviene destacar que la palabra “logos” en Heráclito tiene una cierta diferenciación de la palabra “logos” que se usaba en la época, la cual se utilizaba de varias formas algunas de ellas similares a las que Heráclito da a dicha palabra. Kirk y Raven aventuran que Logos en Heráclito es la estructura que ordena las cosas, que lo hace todo común, pero aclaran que lo cierto es que Heráclito no se limitó solo a su versión de “logos”, sino que también utiliza su sentido general de “orden” o “proporción”, pero dando a entender que Logos se le reveló en la palabra corriente.
Varios fragmentos de Heráclito refieren al Logos, véase por ejemplo:
Fr.1 Aunque este “logos” existe siempre, los hombres son incapaces de comprenderlo, tanto antes de haberlo oído como después de haberlo oído. En efecto, aunque todas las cosas acontencen según este “logos”, parecen inexpertos, a pesar de experimentar palabras y acciones como las que yo describo, cuando distingo cada cosa según su naturaleza y digo cómo es. Pero a los demás hombres les pasan inadvertidas cuantas cosas hacen despiertos, del mismo modo que se olvidan de cuanto hacen dormidos.
Fr.2 Por ello es necesario seguir a lo que es común, pero aunque el “logos” es común, la mayoría vive como si tuviera una inteligencia particular.
Fr.45 Nunca encontrarás los limites del alma andando, cualquier que sea el camino que recorras, tan insondable es su “logos”
Fr.50 No escuchándome a mí sino al “logos” es sabio convenir que todo es Uno
Fr.87 El hombre estúpido se excita con cada “logos”
Podemos ver, por ejemplo, que en el fr.87 podemos traducir su significado por “rumor” o “información”, y no aferrarnos a la palabra Logos de Heráclito.
Después de leer todos los fragmentos que me han sido posibles de Heráclito que hagan referencia al Logos y “logos”, concluyo en que para Heráclito el Logos es una verdad reveladora ( “No escuchándome a mi sino al Logos…convenir que todo es uno”) pero que a todos los hombres se les es mostrada igual, son ellos los que niegan de verla o conocerla.
No comparto la palabra que utiliza Guthrie para referir a Heraclito como alguien con “carácter profético”(Historia de la filosofía griega vol.1 pags. 390-392) pues no considero que Heráclito desee pronunciar la verdad que creía conocer al resto de mortales. Lo cierto es que enuncia “Me he investigado a mi mismo” en el fr.101, y según Guthrie lo dice con “orgullo”, como si la supuesta inspiración que éste dice que Heráclito supuso poseer viniese de su interior o, al menos, de lo que sólo el pudo escuchar u, mas bien, oir. Pero Heráclito más parece que da por imposible que los hombres abran sus ojos al Logos, de ahí su reiteración a la estupidez del resto. Que Heráclito considere que el posee cierta verdad (de el Logos extraída) no conlleva que Heráclito pensase que su inteligencia era más digna que la de los demás, pues afirma en uno de sus fragmentos (fr.89) que “para los despiertos hay un mundo único y común mientras que los que duermen vuelven a su mundo particular”, es decir, que lo único necesario para comprender y vislumbrar el Logos es despertar. Guthrie da a entender que Heráclito mezcla humildad ensalzando al Logos que el mismo define con orgullo de ser conocedor de su verdad, pero en mi opinión no es orgullo. De haber sido menos misántropo, o de no haber sentido desprecio por el resto, quizás (y esto es pura y descarada conjetura) encontraríamos un Heráclito que enseñase o guiase hacia el Logos, pero en sus fragmentos queda asegurado que ninguno de los hombres de Éfeso podría haber comprendido el Logos pues “No saben escuchar ni hablar”(fr.19).
2.2 Fuego
Respecto al fuego de Heráclito, cabe aclarar que no podemos asimilar su concepto de fuego como lo que es físicamente, una combustión. Lo más probablemente es que Heráclito viese inspirada una metáfora de su teoría del cambio en el fuego físico, pues la superficialidad material estaba mas presente en los presocráticos, si bien sus conclusiones desembocan en formas trascendentales de sus ideas.
En mi opinión, el más relevante de los fragmentos respecto al dinamismo del cosmos es el fr.217 “ Este cosmos no lo hizo ningún Dios ni ningún hombre, sino que siempre es, fue y será fuego eterno, que se enciende según medida y se apaga según medida”.
Me gustaría también hacer un inciso en ese fragmento, que en mi opinión (coincidiendo con Guthrie) es la prueba de que Heráclito no consideraba destrucción del cosmos y regeneración posterior del mismo, y menos aún por “medio del fuego”. En el fr.31 Heráclito nos dice que “El fuego primero se transforma en mar, del mar, la mitad de la tierra y la otra mitad torbellino. La tierra se licúa en mar y éste es medido con el mismo “logos” que antes de convertirse en tierra”. Nada dice Heráclito de retornar al fuego, sin embargo si que refiere al “logos” que en el fr.217 podría ser esa “medida” que extingue y aviva el fuego. Es decir, es el Logos lo que ordena lo que del fuego se hace bucle, y ese Logos “similar al fuego” mide la pureza del mundo según cambia y deviene, pero nunca se extingue ni si quiera en el sentido que refiere Aristóteles de que en el ciclo “extinguir-renacer” existe eternidad.
Cito la cita( valga la redundancia) textual en el libro de Kirk-Raven “El mundo es un fuego perdurable; algunas de sus partes están siempre existintas y constituyen las otras dos masas importantes del mundo, el mar y la tierra. Los cambios entre el fuego, el mar y la tierra se equilibran mutuamente; el fuego puro o etéreo tiene una capacidad directiva” para introducir la similitud del “logos” al fuego. Vimos ya que para Heráclito existe un Logos que hace la función de orden, de proporción. Pero en el cambio mismo del fuego debe existir también Logos, pues está en el mundo como en el mundo lo que del fuego viene, que es todo lo demás que no es fuego. Si el Logos debe ordenar el mundo común a los hombres, y el fuego debe ordenar en su individual devenir, debe efectivamente ser el fuego lo “similar al Logos” que conocemos.
3. Comentario de algunos de los fragmentos de Heráclito
A modo de deleite, y con un notable de deje de preferencia por este de entre todos los presocráticos (e incluso de los clásicos antiguos) voy a permitirme el lujo de comentar alguno de los fragmentos que considero de Heráclito como los que más definen su pensamiento y los que más me han hecho reflexionar sobre el autor.
Fr.9 “Los asnos prefieren la paja al oro” junto con Fr.22 “Los buscadores de oro excavan mucha tierra y encuentran poco”
Comentario: Lo superficial del Fr.9 corroborado por el fr.22 es evidente; los hombres que son asnos, que son inútiles, prefieren lo banal por que no conocen que en el oro existe lo valioso, hablando del oro como del conocimiento y la verdad. Pero, sabiendo que Heráclito no se conformaba con frases de ideas tan simples, me atrevo a aventurar que Heráclito hablaba de no ser cómodo. Hablaba de ímpetu de búsqueda, de indagación, de conocer de uno lo que realmente es valioso a pesar de suponer un frustrante sobreesfuerzo. Heráclito, que “ se ha investigado a sí mismo” (fr.101), no se conformó con pensar sobre las políticas de los hombres y sobre sus ideas cotidianas de verdad. No reparó en la realidad que rodea al hombre para satisfacerle el intelecto artificialmente y así evitarle la pesadez del estudio y la reflexión. No debemos ser asnos, entonces, no debemos dejarnos llevar por lo cómodo, debemos saber reconocer el oro, buscarlo, adquirir cuanto podamos de ese preciado metal que por todo se cambia. Es puro espíritu de filósofo, Heráclito. Era un pensador.
Fr.60 “ El camino hacia arriba y abajo es uno y siempre el mismo”
Comentario: Deliciosa paradoja, capaz de recoger cada ápice de mi atención. Y qué verdad tan hermosa. Arriba es el contrario de abajo, pero ambos son sólo uno. Pues, a pesar de que Heráclito era fiel convencido de los sentidos humanos, sabía que se podía bajar una cuesta arriba, o subir una cuesta abajo, y nunca cambiar de camino. Sin un extremo del camino no existe el otro, y viceversa, y ambos son uno y el mismo. Comprenden el coprincipio del camino, y son distorsión entre sus propios conceptos. Qué deliciosa paradoja.
Fr.97 “Los perros ladran al que no conocen”
Comentario: Cómo no iban a ladrar los perros a Heráclito. Cómo no iban ridiculizarlo, a satirizarlo. Si aquellos pobres perros, o asnos, o ignorantes (elíjase el término a gusto del consumidor) estaban demasiado ciegos y escépticos como para dar crédito de la verdad del Logos. ¿De qué iva a servirle a Heráclito dejarles un legado escrito en un libro? Si los perros ladraría lo que desconocen, como si de una amenaza se tratase. Esa amenaza del pensar, del incite al profundizar y a conocer lo que corresponde a la verdad común. Cómo no ivan a ladrarte, Heráclito, aquellos pobres perros, asnos, ignorantes, siendo de los mejores filósofos.
Fr.126 “ Lo frío se calienta, lo caliente se enfría, lo húmedo se seca, lo seco se humedece”
Comentario: Y eso es el justo equilibrio, esa es la proporción debida del mundo. Que de entre los contrarios se sucedan entre sí, para que pueda haber ebullición de cambio y devenir. Todo debe ser y es cambio, en la medida que deba serlo. Los contrarios en Heráclito rigen en el mundo, y no hay verdad menos reprochable que de lo bueno hay malo, del dolor salud, del día la noche…y así, todo.
Y por último, no comentar, sino citar al mismo Heráclito, y dejar que el mismo despida este trabajo por el mismo:
Fr.41 “ Una sola cosa es lo sabio: conocer la inteligencia que lo gobierna todo a través de todo”
4.Bibliografía e historial de webs utilizadas.
Datos para la biografía de Heráclito según Diógenes Laercio:
Libro Noveno de Diógenes Laercio, encontrado en la siguiente web:
http://www.e-torredebabel.com/Biblioteca/Diogenes-Laercio/Vida-Filosofos-Ilustres-Heraclito.htm
Algunos fragmentos de Heráclito con intención de contrastar o completar los que faltaban en los apuntes de Pablo García Castillo los he consultado en la siguiente web, pero no he extraído información útil de ellos por falta de fiabilidad de la misma.
www2.udec.cl/~meskuche/ocio/textos/filosof%EDa/Her%E1clito.htm
Bibliografía utilizada:
Historia de la filosofía griega Vol.1 “Los primeros presocráticos y los pitagóricos”: W.K.C. Guthrie
Los filósofos presocráticos: G. S. Kirk, J. E. Raven y M. Schofield
Heráclito de Éfeso
Vida, obra y pensamiento
Asignatura: Historia de la Filosofía Antigua
Alumno: Miguel Ángel Gutiérrez Sánchez de la Fuente
Clase: Primero de Grado en Filosofía
Introducción
El siguiente trabajo pretende recoger alguno de los puntos de la filosofía de Heráclito. Debe saberse que no se pretende hacer un análisis de toda su filosofía, de todo su pensamiento, pues opino que eso lleva muchas más páginas y requiere más atención de la que podría recibir este trabajo.
La mayoría del trabajo se limita a una hermenaútica de algunos estudiosos expertos en Heráclito, si bien es cierto que me he dado el descarado lujo de intervenir en ciertas opiniones de cosecha propia. Aún así, considero que en los puntos a tratar, he esclarecido las claves de lo que se conoce de Heráclito respecto a las dichas.
Espero haber hecho justicia de la calidad que merece cualquier comentario que refiera a Heráclito, y que sea de interés para cualquiera que quiera conocer de él.
Indice
1. Vida y obra de Heráclito
1.1 Vida
1.2 Obra
2. Heráclito, el Logos y el fuego
1.1 Logos
1.2 Fuego
3. Comentario de algunos fragmentos de Heráclito
4. Bibliografía y webs consultadas
1 Vida y Obra de Heráclito
1.1 Vida
Lo que aquí se escribe sobre la vida de Heráclito está extraido del libro noveno de Diógenes Laercio(1) :
Según nos dice Diógenes del nacimiento de Heraclito, éste era natural de Éfeso, de la Jonia, hijo de Blison decían algunos y otros que fue hijo de Heración. Pudo ser, nos dice Diógenes, maestro de Heródoto, de Pitágoras e incluso de Jenófanes.
Diógenes atribuye el hecho de que Heráclito se apartase de la sociedad de Éfeso por la rabia que le supuso ver como echaban a su amigo Hermodoro, y según cita Diógenes a Heráclito, éste afirmó que “Todos los efesinos adultos debieran morir, y los impúberes dejar la ciudad, entendido de aquellos que expelieron a Hermodoro, su bienhechor, diciendo: ninguno de nosotros sobresalga en merecimientos; si hay alguno, váyase a otra parte y esté con otros”. Dice que, tras su retiro a los montes, se alimento de hierbas que le produjeron una grave enfermedad llamada hidropesía. Asegura que pudo murir de ésta, intentando paliarla sumergiéndose en estiércol porque los médicos no supieron atenderle a causa de que Heráclito pudo formular su mal como un enigma, de los cuales era amante, al igual que de las paradojas, pero a la vez aseguro que existen testimonios que dicen que curó su enfermedad y murió de otra cosa.
Nombra además Diógenes la anécdota de que Heráclito rechazó el trono que le correspondía en la realeza y lo cedió a su hermano-
Dice Diógenes que escribió un libro que pudo llamarse “De la Naturaleza”, dividido en los títulos “Del Universo”, “De la Política” y “De Teología”, y que la celebridad de su libro llegó a hacerlo tener seguidores, llamados heraclitianos.
Para la biografía más estudiada de Heráclito, voy a utilizar las referencias de Gutherie a, en gran medida, Kirk, pero también a otros autores y datos históricos, en la obra “Historia de la Filosfía Griega” Vol.1
Datar la época de Heráclito nos hace fiar de que Apolodoro dijo que “floreció” alrededor del 500 a. c., y esto es la fuente para Diógenes Laercio cuando éste asegura que “ tuvo su acmé en la Olimpiada 69”. Guthrie nos señala que Kirk estima que la actividad filosófica de Heráclito decae hacia el 480 a. C. y que, por entonces, debía tener unos sesenta años, y dicha estimación casaría con las alusiones a Pitágoras, Hecáteo y Jenófanes y con las alusiones de Parménides a ciertas ideas de Heráclito bajo apariencia de crítica, siendo Parménides unos 25 años más joven que Heráclito.
Las anécdotas de Diógenes Laercio deben ser, explica Guthrie, leidas con cautela y escepticismo, porque la mayoría son conclusiones hechas a partir de los fragmentos del propio Heráclito. Sin embargo, existe un hecho aprobado de que Heráclito estaba ligado a la realeza allá en Éfeso, y rechazo el trono que le correspondía cediéndoselo a su hermano, nos dice Guthrie que por arrogancia. En “ Los filósofos Presocráticos”, de Kirk y Raven, se dice que algunas de las anécdotas de Heráclito nacieron con intención de ridiculizarlo basándose, como ya he comentado, en alguno de sus escritos. Véase por ejemplo que su vegetarianismo (lo que Diógenes llamaba “alimentarse de hierbas”) se atribuye a una contaminación en sangre en el fr.241, o aquella supuesta hidrpoesía que fue causa supuesta de su muerte, viene por una afirmación de Heráclito “es muerte para las almas convertirse en agua”.
Nos concluyen Kirk y Raven en la misma obra que podemos reducir los datos biográficos de Heráclito a que era natural de Éfeso, que tuvo relación directa con la Realeza de Éfeso y que durante su vida tuvo malas relaciones con la ciudad, una acentuada misantropía, como bien define Guthrie. Sobre esto último también se mencionan anécdotas como que prefería jugar dados con los niños a contribuir a la política de Éfeso, pero también el mismo Heráclito en su fragmento 121, donde critica duramente a los hombres de Éfeso por echar a su amigo Hermodoro.
1.2 Obra
Respecto a la obra de Heráclito, continúa el debate de si Heráclito escribió realmente un libro o no.
Limitándome a la cita de Kirk en la obra de Guthrie, éste conjetura que Heráclito no escribió un libro redactado y seguido, tal y como interpretamos libro en la actualidad, sino que pudo enunciar (ya que sus fragmentos son oraciones fáciles de recordar) sentencias aisladas y éstas fuesen recogidas y recopiladas por algún discípulo. Siguiendo con Kirk, ante la suposición de que el fr.1 de Heráclito, que reza (según los textos repartidos por el profesor Pablo García Castillo, que refieren concretamente en el fr.1 a DK 22 B 1): “Aunque este “logos” existe siempre, los hombres son incapaces de comprenderlo, tanto antes de haberlo oído como después de haberlo oído. En efecto, aunque todas als cosas acontecen según este “logos”, parecen inexpertos, a pesar de experimentas palabras y acciones como las que yo escribo, cuando distingo cada cosa según su naturaleza y digo cómo es. Pero a los demás hombres les pasan inadvertidas cuantas cosas hacen despiertos, del mismo modo que se olvidan de cuanto hacen dormidos.” sea una introducción a un libro según Gigon y así se justifica, pero nos dice Kirk que él se decanta por la opinión de que el libro fue una recopilación de aforismos, coincidiendo con Diels y otros.
Yo soy de la opinión de Kirk, que coincide con Diels, de que no es probable que Heráclito redactase un libro. Sus aforismos, si bien exceptuamos el fr.1, no tienen apariencia alguna de extractos concretos, parecen más expresiones enigmáticas o de cierta profundidad, y tienen sentido por sí solas sin necesidad de darles continuidad o redacción. Además, una de las características de la personalidad de Heráclito era, como dice Guthrie y como observamos en ciertos fragmentos del mismo Heráclito, era su idea de conocedor de” la verdad inspirada”(desarrollo cierta crítica a este término más adelante). Esto, junto a su poca estima con la humanidad, nos lleva a pensar que no tuvo necesidad de dar explicación a los hombres (que, pensaría, no estaban a la altura de su conocimiento) de todo cuanto decía o pensaba, y más bien los fragmentos se asemejan a la formulación de conclusiones de su propia reflexión, y cuya meditación previa no debió quedar registrada más allá de él mismo. Además, como bien cita Guthrie, un pasaje traducido de la versión inglesa de Rhys Roberts de la Retórica aristotélica 1407 b 11 dice que la escritura de Heráclito es difícil de seguir y de puntuar, y eso no es propio de alguien que tiene intención de elaborar un libro. Esto acentúa más aún que Heráclito probablemente pensaba que no tenía necesidad personal de ser entendido, pues le bastaba con entenderse el mismo e, incluso, pudo pensar que aunque se esforzarse en redactar bien, de forma más clara y menos “metafórica”, seguirían sin entenderlo porque ellos no había reflexionado sobre lo que él conocía y los demás cerraban a su mente.
2. Heráclito, el Logos y el Fuego.
2.1 Logos
Conviene destacar que la palabra “logos” en Heráclito tiene una cierta diferenciación de la palabra “logos” que se usaba en la época, la cual se utilizaba de varias formas algunas de ellas similares a las que Heráclito da a dicha palabra. Kirk y Raven aventuran que Logos en Heráclito es la estructura que ordena las cosas, que lo hace todo común, pero aclaran que lo cierto es que Heráclito no se limitó solo a su versión de “logos”, sino que también utiliza su sentido general de “orden” o “proporción”, pero dando a entender que Logos se le reveló en la palabra corriente.
Varios fragmentos de Heráclito refieren al Logos, véase por ejemplo:
Fr.1 Aunque este “logos” existe siempre, los hombres son incapaces de comprenderlo, tanto antes de haberlo oído como después de haberlo oído. En efecto, aunque todas las cosas acontencen según este “logos”, parecen inexpertos, a pesar de experimentar palabras y acciones como las que yo describo, cuando distingo cada cosa según su naturaleza y digo cómo es. Pero a los demás hombres les pasan inadvertidas cuantas cosas hacen despiertos, del mismo modo que se olvidan de cuanto hacen dormidos.
Fr.2 Por ello es necesario seguir a lo que es común, pero aunque el “logos” es común, la mayoría vive como si tuviera una inteligencia particular.
Fr.45 Nunca encontrarás los limites del alma andando, cualquier que sea el camino que recorras, tan insondable es su “logos”
Fr.50 No escuchándome a mí sino al “logos” es sabio convenir que todo es Uno
Fr.87 El hombre estúpido se excita con cada “logos”
Podemos ver, por ejemplo, que en el fr.87 podemos traducir su significado por “rumor” o “información”, y no aferrarnos a la palabra Logos de Heráclito.
Después de leer todos los fragmentos que me han sido posibles de Heráclito que hagan referencia al Logos y “logos”, concluyo en que para Heráclito el Logos es una verdad reveladora ( “No escuchándome a mi sino al Logos…convenir que todo es uno”) pero que a todos los hombres se les es mostrada igual, son ellos los que niegan de verla o conocerla.
No comparto la palabra que utiliza Guthrie para referir a Heraclito como alguien con “carácter profético”(Historia de la filosofía griega vol.1 pags. 390-392) pues no considero que Heráclito desee pronunciar la verdad que creía conocer al resto de mortales. Lo cierto es que enuncia “Me he investigado a mi mismo” en el fr.101, y según Guthrie lo dice con “orgullo”, como si la supuesta inspiración que éste dice que Heráclito supuso poseer viniese de su interior o, al menos, de lo que sólo el pudo escuchar u, mas bien, oir. Pero Heráclito más parece que da por imposible que los hombres abran sus ojos al Logos, de ahí su reiteración a la estupidez del resto. Que Heráclito considere que el posee cierta verdad (de el Logos extraída) no conlleva que Heráclito pensase que su inteligencia era más digna que la de los demás, pues afirma en uno de sus fragmentos (fr.89) que “para los despiertos hay un mundo único y común mientras que los que duermen vuelven a su mundo particular”, es decir, que lo único necesario para comprender y vislumbrar el Logos es despertar. Guthrie da a entender que Heráclito mezcla humildad ensalzando al Logos que el mismo define con orgullo de ser conocedor de su verdad, pero en mi opinión no es orgullo. De haber sido menos misántropo, o de no haber sentido desprecio por el resto, quizás (y esto es pura y descarada conjetura) encontraríamos un Heráclito que enseñase o guiase hacia el Logos, pero en sus fragmentos queda asegurado que ninguno de los hombres de Éfeso podría haber comprendido el Logos pues “No saben escuchar ni hablar”(fr.19).
2.2 Fuego
Respecto al fuego de Heráclito, cabe aclarar que no podemos asimilar su concepto de fuego como lo que es físicamente, una combustión. Lo más probablemente es que Heráclito viese inspirada una metáfora de su teoría del cambio en el fuego físico, pues la superficialidad material estaba mas presente en los presocráticos, si bien sus conclusiones desembocan en formas trascendentales de sus ideas.
En mi opinión, el más relevante de los fragmentos respecto al dinamismo del cosmos es el fr.217 “ Este cosmos no lo hizo ningún Dios ni ningún hombre, sino que siempre es, fue y será fuego eterno, que se enciende según medida y se apaga según medida”.
Me gustaría también hacer un inciso en ese fragmento, que en mi opinión (coincidiendo con Guthrie) es la prueba de que Heráclito no consideraba destrucción del cosmos y regeneración posterior del mismo, y menos aún por “medio del fuego”. En el fr.31 Heráclito nos dice que “El fuego primero se transforma en mar, del mar, la mitad de la tierra y la otra mitad torbellino. La tierra se licúa en mar y éste es medido con el mismo “logos” que antes de convertirse en tierra”. Nada dice Heráclito de retornar al fuego, sin embargo si que refiere al “logos” que en el fr.217 podría ser esa “medida” que extingue y aviva el fuego. Es decir, es el Logos lo que ordena lo que del fuego se hace bucle, y ese Logos “similar al fuego” mide la pureza del mundo según cambia y deviene, pero nunca se extingue ni si quiera en el sentido que refiere Aristóteles de que en el ciclo “extinguir-renacer” existe eternidad.
Cito la cita( valga la redundancia) textual en el libro de Kirk-Raven “El mundo es un fuego perdurable; algunas de sus partes están siempre existintas y constituyen las otras dos masas importantes del mundo, el mar y la tierra. Los cambios entre el fuego, el mar y la tierra se equilibran mutuamente; el fuego puro o etéreo tiene una capacidad directiva” para introducir la similitud del “logos” al fuego. Vimos ya que para Heráclito existe un Logos que hace la función de orden, de proporción. Pero en el cambio mismo del fuego debe existir también Logos, pues está en el mundo como en el mundo lo que del fuego viene, que es todo lo demás que no es fuego. Si el Logos debe ordenar el mundo común a los hombres, y el fuego debe ordenar en su individual devenir, debe efectivamente ser el fuego lo “similar al Logos” que conocemos.
3. Comentario de algunos de los fragmentos de Heráclito
A modo de deleite, y con un notable de deje de preferencia por este de entre todos los presocráticos (e incluso de los clásicos antiguos) voy a permitirme el lujo de comentar alguno de los fragmentos que considero de Heráclito como los que más definen su pensamiento y los que más me han hecho reflexionar sobre el autor.
Fr.9 “Los asnos prefieren la paja al oro” junto con Fr.22 “Los buscadores de oro excavan mucha tierra y encuentran poco”
Comentario: Lo superficial del Fr.9 corroborado por el fr.22 es evidente; los hombres que son asnos, que son inútiles, prefieren lo banal por que no conocen que en el oro existe lo valioso, hablando del oro como del conocimiento y la verdad. Pero, sabiendo que Heráclito no se conformaba con frases de ideas tan simples, me atrevo a aventurar que Heráclito hablaba de no ser cómodo. Hablaba de ímpetu de búsqueda, de indagación, de conocer de uno lo que realmente es valioso a pesar de suponer un frustrante sobreesfuerzo. Heráclito, que “ se ha investigado a sí mismo” (fr.101), no se conformó con pensar sobre las políticas de los hombres y sobre sus ideas cotidianas de verdad. No reparó en la realidad que rodea al hombre para satisfacerle el intelecto artificialmente y así evitarle la pesadez del estudio y la reflexión. No debemos ser asnos, entonces, no debemos dejarnos llevar por lo cómodo, debemos saber reconocer el oro, buscarlo, adquirir cuanto podamos de ese preciado metal que por todo se cambia. Es puro espíritu de filósofo, Heráclito. Era un pensador.
Fr.60 “ El camino hacia arriba y abajo es uno y siempre el mismo”
Comentario: Deliciosa paradoja, capaz de recoger cada ápice de mi atención. Y qué verdad tan hermosa. Arriba es el contrario de abajo, pero ambos son sólo uno. Pues, a pesar de que Heráclito era fiel convencido de los sentidos humanos, sabía que se podía bajar una cuesta arriba, o subir una cuesta abajo, y nunca cambiar de camino. Sin un extremo del camino no existe el otro, y viceversa, y ambos son uno y el mismo. Comprenden el coprincipio del camino, y son distorsión entre sus propios conceptos. Qué deliciosa paradoja.
Fr.97 “Los perros ladran al que no conocen”
Comentario: Cómo no iban a ladrar los perros a Heráclito. Cómo no iban ridiculizarlo, a satirizarlo. Si aquellos pobres perros, o asnos, o ignorantes (elíjase el término a gusto del consumidor) estaban demasiado ciegos y escépticos como para dar crédito de la verdad del Logos. ¿De qué iva a servirle a Heráclito dejarles un legado escrito en un libro? Si los perros ladraría lo que desconocen, como si de una amenaza se tratase. Esa amenaza del pensar, del incite al profundizar y a conocer lo que corresponde a la verdad común. Cómo no ivan a ladrarte, Heráclito, aquellos pobres perros, asnos, ignorantes, siendo de los mejores filósofos.
Fr.126 “ Lo frío se calienta, lo caliente se enfría, lo húmedo se seca, lo seco se humedece”
Comentario: Y eso es el justo equilibrio, esa es la proporción debida del mundo. Que de entre los contrarios se sucedan entre sí, para que pueda haber ebullición de cambio y devenir. Todo debe ser y es cambio, en la medida que deba serlo. Los contrarios en Heráclito rigen en el mundo, y no hay verdad menos reprochable que de lo bueno hay malo, del dolor salud, del día la noche…y así, todo.
Y por último, no comentar, sino citar al mismo Heráclito, y dejar que el mismo despida este trabajo por el mismo:
Fr.41 “ Una sola cosa es lo sabio: conocer la inteligencia que lo gobierna todo a través de todo”
4.Bibliografía e historial de webs utilizadas.
Datos para la biografía de Heráclito según Diógenes Laercio:
Libro Noveno de Diógenes Laercio, encontrado en la siguiente web:
http://www.e-torredebabel.com/Biblioteca/Diogenes-Laercio/Vida-Filosofos-Ilustres-Heraclito.htm
Algunos fragmentos de Heráclito con intención de contrastar o completar los que faltaban en los apuntes de Pablo García Castillo los he consultado en la siguiente web, pero no he extraído información útil de ellos por falta de fiabilidad de la misma.
www2.udec.cl/~meskuche/ocio/textos/filosof%EDa/Her%E1clito.htm
Bibliografía utilizada:
Historia de la filosofía griega Vol.1 “Los primeros presocráticos y los pitagóricos”: W.K.C. Guthrie
Los filósofos presocráticos: G. S. Kirk, J. E. Raven y M. Schofield